Partiendo de la base de que me parece que AMM escribe maravillosamente, tengo que decir que a mí no me ha parecido una buena novela. Claro que es importante que el lenguaje sea rico, que las frases estén bien construidas, que se describa de tal manera que sientas que estás mirando a través de las palabras. Pero eso necesita una historia. Y no sólo la historia ambiente (que esa está muy bien, aunque parcialmente reflejada, creo que a propósito, vemos lo que Ignacio ve) sino la historia de los personajes. O yo los necesito.
Personalmente perdono que un libro sea malo si me entretiene o por lo que sea me interesa lo que pase, pero llevo muy mal este tipo de “grandes obras” en los que no me importa una mierda lo que pase. Cosa muy positiva en este libro que termina cuando termina como podía haber terminado doscientas páginas antes o doscientas después (no, más no, por favor), dejándome con un sentimiento parecido al de “me acaban de hacer el tocomocho, y me está bien empleado”
Si no fuese por este blog, yo jamás habría terminado “La noche de los tiempos”, eso lo saben los chinos. Todos los meses voy a hacer todo lo posible por terminarme el libro de turno, aunque sólo sea por buena educación y consideración hacia el que lo ha elegido. Aprovecho para reivindicar libros más cortos ahora que ya no estamos de vacaciones y por favor, menos guerras, que sois la alegría de la huerta!! XD
Bueno, que me enredo. Lo que yo quería era hablar del triángulo protagonista, y de las dudas que me crea Ignacio (no pienso poner su apellido en todo el post, ya sale medio millón de veces a lo largo de la novela).
Y es que no entiendo cómo está tan mal construido. Que igual es un recurso literario super elitista de la vida y yo no lo he pillado, que todo puede ser, pero es que no es más que un esbozo. Por qué no nos cuenta el noviazgo con Adela? Quiero decir, nos cuenta sus orígenes, nos cuenta la vida de Adela, cómo se veía abocada a ser una solterona y cómo le cambió la vida al conocerle…cómo, cuándo, dónde?? Mi teoría es que no lo cuenta porque no puede justificar esa relación salvo que reconozca que el hombre íntegro y sólido que quiere aparentar que es su protagonista, no es otra cosa que un cazafortunas, un calzonazos (hasta que se encoña, perdón por la expresión, que es feísima, pero es la que define el tema, por Judith) y un egoísta, que me parece bien que sea egoísta, yo también lo soy, pero él va luciendo carnet de otra cosa y fingiendo tener una conciencia de clase que no tiene. Es un venido a más, y no hay nada peor que un nuevo rico.
Y Judith…es que no puedo con ella. Va de libre e intensa, y de repente, oh, me traumo y no puedo soportar lo que le hemos hecho a Adela…a ver, se lo habrá hecho su marido, que es el que tiene un compromiso con ella. Y ahora cojo y me voy a España a la guerra, sí, sí, todo muy normal. No me la creo.
Y al final, aunque también es una absurda que se echa al monte por unos cuernos, la más creíble es Adela. La resignada a quedarse soltera que acaba aterrorizada con miedo a quedarse sola y más cabreada que una mona cuando (yo creo) se da cuenta de lo fantásticamente que se lo ha montado su marido.
En cambio me parece muchísimo más humano el profesor Rossman, mucho más digno y mucho mejor dibujado, a pesar de que no pasa de ser un secundario con frase.
Y por eso es por lo que no puedo decir que me haya gustado la novela. Que sí, que muy bien ambientada y con mucha riqueza de vocabulario, pero no me transmite nada, no está viva. Yo cuando leo quiero vivirlo, enfadarme, pasar miedo, preocuparme, regañar al prota si hace cualquier cagada, o desear que le pasen cosas horribles si me cae mal, llorar a mares si se trunca su amor épico y acabar sonriendo con los finales felices. Y este libro no me ha dado absolutamente nada de eso.
Yo no coincido contigo en un punto y es que para mí el escribir no tiene por qué tener un fin y puede ser entretenido el mero hecho de leer y recrearte en las palabras. Pongo por caso En Busca del Tiempo Perdido de Proust que me encantó y en el que la acción es algo secundario frente a las descripciones de los ambientes, de los escenarios, de sus pensamientos... y es una maravilla absoluta de leer, aunque son 3500 páginas de nada, si quieres. Por supuesto que pasan cosas, pero no es necesario.
ResponderEliminarSin embargo este caso es distinto porque esas descripciones, ese ritmo interno del libro echa para atrás a cualquiera y, aunque reconozco que está bien escrito, Antonio Muñoz Molina no es Proust. Y ese es el problema, que su prosa no tiene el suficiente magnetismo como para atraparte ni sus historias la suficiente fuerza como para que obvies las descripciones interminables. Se queda en tierra de nadie y eso es lo que atraganta. Sus reflexiones son muy interesantes, pero, como dije en el post, quedan tapadas en medio de esas descripciones sin fin.
No hay un párrafo largo que haya subrayado. Son frases cortas en medio de párrafos gigantes y son autónomas en sí mismas. No necesitan todo esa prosopopeya para lucir por sí mismas.
Este libro me parece fallido por eso, a pesar de que no me arrepiento, ni mucho menos, de haberlo leído.
Seguro que si pienso acabo sacando un libro en el que me pase algo así como lo que describes, pero en general, para mí prima la historia y los personajes (aunque me caigan fatal, pero que no me dejen frío)
ResponderEliminarQué opinas de los personajes, Bosco?? XD
Me parecen bastante arquetípicos y no he sentido casi ningún apego por ellos. Necesitaba esos perfiles para que encajaran en su historia y no hizo la historia a partir de los personajes. Él quería escribir una historia preconcebida a los personajes, creo.
ResponderEliminarHe leído por ahí que había pensado en tener como protagonista a Pedro Salinas, pero que al ser un personaje real no le dejaba abiertas muchas posibilidades narrativas, pero creo que esa biografía novelada encontrando una voz para el narrador hubiera sido mejor que este libro, aunque es una mera conjetura.
Bueno, todo este comentario es una conjetura, la verdad.
Ya lo he dicho en el blog de El Niño Desgraciaito, que me alegra ver que no soy la única a la que la prosa de Muñoz Molina le cansa.
ResponderEliminarYo, este libro no me lo he leído, porque la vida es muy corta, los libros muchos, y yo ya le he dado dos oportunidades (cosa rara en mí, que a otros les doy media) porque pensaba que a lo mejor "me tenía que gustar", pero por lo que dices, ni la historia merece la pena.
Se me ocurre que tanto trabajo de documentación, tanto querer contar la historia del país, tanto estilo literario, le han cegado y al final, se ha olvidado de la historia que era la base de todo.
Yo entiendo bien a Bichejo, aunque creo que es un libro de un solo personaje. El resto están ocultos por la historia, la guerra y por la peripecia de Ignacio (básicamente, el viaje en tren). Yo necesito también que haya una historia detrás, pero es que aquí hay una historia detrás, que es la historia de Abel. Un tipo que, como dices, es un egoísta, por dejarlo barato. Creo que escribiré un post sobre esto.
ResponderEliminarA mí me pasa algo similar con este libro, no me ha enamorado ni mucho menos pero el ambiente sí me atrapó... la pena es que la historia de sus protagonistas llegó a importarme un carajo, sólo quería ambiente (sin 30000 sinónimos)
ResponderEliminarA pesar de haberlo propuesto yo tampoco lo hubiera terminado de no ser por el blog (y por la tesina!) y me da especial rabia porque la segunda mitad sí que me ha encantado, cuando empieza a escribir historias de la revolución y se ve el disparate que fue todo aquello.
Pues yo sí lo terminé sin "obligaciones", y soy de las que tira libros por la ventana (en sentido figurado, claro).
ResponderEliminarAy, qué mal!! Es un autor que me encanta, he leído muchos libros suyos, ya con lo que dices no me dan muchas ganas de leer esta novela... Los buenos escritores también tienen malos libros, no?
ResponderEliminarMe gusta tu blog, soy una gran lectora, y me encanta haber encontrado un sitio en el que por lo poco que vi se habla y se comenta de libros...
Saludos
Bueno, aquí en el blog hay muchas partidarias de este escritor, especialmente Bichejo, así que si alguna vez proponemos otro libro suyo puedes apuntarte. Tengo que indicarte que este libro no es una novela, son ensayos y artículos de temas muy diferentes.
ResponderEliminarAy, que me he equivocado y creía que hablabas de DFW!
ResponderEliminarND: yo estaba flipando un poco al leer tu comentario...
ResponderEliminarEs lunes por la mañana, soy un poco tontarra...
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