martes, 15 de octubre de 2013

Lo del decálogo


​Yo tenía que explayarme sobre esto, que es lo que me reconcilió con el libro y con este buen señor.

1. el derecho a no leer
Cada vez más a favor de este derecho. Entiendo que un crío tiene que leer por narices, porque le hace falta como parte de su educación y para aprender a estudiar. A partir de determinado momento, leer tiene que ser un placer...aunque el otro día leí en el periódico que los niños que leen por placer entre los 10 y 16 años son los que más avanzan en sus estudios. Según el artículo es más importante el nivel cultural de los padres que el económico.
Para mí leer es uno de los grandes placeres de la vida...pero el que se lo quiera perder, pues eso, que se lo pierda. 

2. el derecho a saltarnos páginas
Muy a favor. Yo lo llamo lectura creativa cuando lo hago por sistema en un libro. Y lo hago a menudo cuando releo, me salto trozos que no me interesan mucho para volver a los que me gustaron.
La lectura creativa es uno de los grandes descubrimientos que he hecho en el club, lees 10 páginas, te saltas 20, lees 15 y te saltas 50...y luego te quejas de que no te has enterado de nada.
Lo hice mucho con el de la señora que andaba y un poquito con Laura Díaz o Díez o me da lo mismo como se llamase.

3. el derecho a no terminar un libro
Esto es básico. Creo que si sólo pudiese conservar un punto de este decálogo sería éste. 
A mí me cambió la vida El Señor de los Anillos, que leí en 2003, la primera parte me encantó, la segunda pichínpichán, y con las 200 páginas finales sufrí la vida. Y lo terminé por mis santas narices. Y juré que nunca más. Aunque algunos del club también los he terminado sin mucha gana. Tampoco está mal lo de probarte a ti mismo que de verdad te lees cualquier cosa. 
En cualquier caso, estoy muy a favor de poder abandonar libros. Cada año abandono un par, y no me da nada de pena.

4. el derecho a releer
Me gusta releer. Pero desde hace dos o tres años y por culpa de un montón de sugerencias lectoras que me van llamando la atención, no me da la vida. Y no me termina de hacer feliz.
Antes siempre llevaba al retortero cuatro libros: dos en inglés, dos en español. Dos nuevos, dos de relectura. Pero era joven y me daba la vida. Y no curraba todas las tardes.
Ahora tengo que seleccionar. Y si releo, no leo. Necesito que me toque la lotería YA para poder dedicarme a estas cosas 

5. el derecho a leer cualquier cosa
Superafavor, oseatíatelojuro. Me gusta leer mierdas. Y no tan mierdas. Y cosas muy serias. Y hasta alguna medio sesuda.
Pero he leído el de Peñafiel, el del primo de Letizia, el de la Sartorius...y mucho chick-lit (yo pensaba que todo pero es inimaginable el volumen de chicklit que hay en inglés)
También he leido a Wallace, Irving, Grandes, Hornby, Oz...hay tiempo para todo.
Sobre el chick-lit debería explayarme un día, como género completamente de evasión y final feliz. Que a veces hacen falta los finales felices.

6. el derecho al bovarismo
Dice la wikipedia que el bovarismo es el estado de permanente insatisfacción que tenía la Madame en cuestión. Si lo entendemos así, yo no quiero estar insatisfecha con mis lecturas, pero no me parece mal tener "reconocido" el derecho a estarlo. Y menos en este club donde siempre hay alguno muy descontento con el libro de turno.

7. el derecho a leer en cualquier sitio
Tampoco soy ya la que era. Pero sigo leyendo casi en todas partes. La mayor ventaja del libro electrónico es lo de no cargar con peso y que cabe en todas partes: leo en el camino al curro, leo por la calle al salir del metro, leo esperando, leo en el baño (he llegado a meterme en el baño del curro a terminar un capítulo antes de ponerme a currar), en la cocina...sólo no llevo el libro si voy con N, que le parece de poco amor lo de ir juntos en el metro e ir leyendo.
Tengo la inmensa suerte de tener un marido, padres, hermano y cuñada lectores...este verano en Santa Pola hubo un momento en el que los seis estábamos cada uno con nuestro libro, y me gustó eso.

8. el derecho a hojear
Una de las desventajas del libro electrónico es que lo de hojear no es muy fácil. Tampoco es que sea mi mayor afición como lectora, pero está bien cuando un libro te llama la atención poder cotillearlo: pasar páginas, ver el tipo de letra y los párrafos. Leer un trocito al azar.
Está bien. No me parece vital.

9. el derecho a leer en voz alta
Me es completamente indiferente. En mi colegio leíamos muchísimo en voz alta, por lo que me ha tocado leer en varias bodas y he quedado bastante bien. Pero más que un derecho debería ser algo normal, que todos supiésemos leer en voz alta, que oyes leer a la gente y te da mucha vergüencita ajena: no hacen pausas donde toca, no entonan...

10. el derecho a callarnos
​ Me callaré si quiero, que para eso soy indomable. No entiendo muy bien a qué se refiere con este derecho, pero es obvio que el derecho a callarse está muy bien. De hecho, en ocasiones tendría que ser una obligacion, por aquello de más vale callarse y parecer idiota que abrir la boca y demostrarlo.

Y con esto, chimpún. Ea.​

3 comentarios:

  1. Yo interpreto el derecho a callarnos como el derecho a no tener que dar explicaciones (si se trata de los lectores) o el derecho a no criticar. Y creo que él interpreta el bovarismo como el enamorarse perdidamente de un libro e imaginarse que se vive en él, que se vive la misma historia.

    Como tales derechos están muy bien. Yo sin embargo, lo de saltarme páginas... buf, y soy más de abandonar si me pasa eso.

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  2. Pues sí, son buenos derechos, aunque yo no obligaría a nadie a leer por obligación una obra de literatura porque eso solo lleva a la desafección. ¿Cuánta gente hay que recuerda con terror cuando le hicieron leer el Quijote? ¿Merece la pena?

    Mientras alguien no quiera leer, por cada uno que ganamos perdemos a varios lectores si se lo metemos a la fuerza

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  3. Te imito y voy uno a uno:

    1º sí, salvo cuando son tareas escolares (que es de lo que está hablando este señor al fin y al cabo) si no puedes saltarte los deberes de matemáticas, tampoco los libros que te piden que leas…
    2º Yo lo llamo leer en diagonal, porque no me salto páginas, sino párrafos en los que leo un par de palabras; me enteraré más, pero peor XD
    3º Abandono todos los libros que no me gustan igual que las series que no leo… Normalmente les doy unas 50 páginas, si nada me llama la atención, vuelta a la estantería y s’acabó.
    4º Me gusta releer igual que me gusta volver a ver una película… Cada relectura es un nuevo libro… Pero no me dejáis para el Club, sobs Añado además que tenía un profesor en la facultad que decía que aprovecháramos para las nuevas lecturas, que se llega a cierta edad que son todo relecturas (aún no he llegado a esa edad, y espero no llegar nunca al momento de no tener curiosidad por lo nuevo)
    5º Totalmente de acuerdo, pero es que esos libros no me llegan, quiero decir, que ni me entero de su existencia! Pero estoy totalmente a favor, sólo me falta información
    6º Nada de lo que venga de Emma, que es una petarda, me satisface XD. Pero yo lo había entendido de otra manera :S algo así como “vivirlo intensamente” “que tu vida se parezca a lo que leas”
    7º Desconocía que alguien pensara que hay sitios en los que no se debe leer… Vengo de una familia (en el sentido amplio) que pone estanterías con libros en el baño, si no hay que preservarlos siquiera de la humedad –y otras cosas- como para que me impidan leer en el autobús!
    8º Otro derecho que he entendido de otra manera. Lo he entendido como una variante de lo que tú llamas “lectura creativa”, tengo amigos que hace años que no leen un libro completo, sino que hojean… en el mejor sentido del término.
    Los otros dos me parecen un relleno, francamente.

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