De lo que yo venía a hablaros es del calendario de libros para 2014, una lista que ya hemos completado con más voluntad que orden y menos debate que cálculos. Y es que se trata de la lista más esperada todas las listas esperables en nuestro pequeño mundo lecturero, una lista más concienzuda que la lista de ejercicios de elíptica de Newland, más apremiante que la lista de autobuses de Livia, más temida que la lista de viajes profesionales de ND, más coherente que mi lista de defectos y más dramática de cualquier lista que se le ocurra hacer a Bichejo. Es la lista más importante de todos los blogs de libros del universo, incluyendo los cráteres de Marte y los anillos de Saturno, por decir dos lugares que te encuentras cuando te interesas por Groenlandia.
Para confeccionar la lista, este año hemos innovado con el método de elección. También podríamos haber innovado poniéndonos de acuerdo en algo, que algún libro habrá en el mundo que nos pueda gustar a todos, digo yo. De todos modos, tampoco lo hemos intentado. Se ve que teníamos prisa, que diciembre está a la vuelta de la esquina, y tratándose de un grupo formado por tres mujeres y dos ingenieros, la practicidad impera. En fin, el método elegido consistía en que cada uno proponía cuatro libros y el resto los votaba, de manera que quedaran dos propuestos por cada uno. Luego se completaría el año con libros de los ganadores del Cervantes y el Nobel, en una especie de cita a ciegas con la literatura para que sumaran los 12 meses. Para que fuera más “discriminante”, yo propuse que votáramos dando 5, 3, 2 y 0 puntos. Y si bien matemáticamente nos hubiera dado igual poner 4, 3, 2 y 1, la estética no puede ser más desafortunada: la imagen de ponerle un cero a un libro sin haberlo siquiera leído no parece justo. Creo que al año que viene habrá que dejar que organicen esto los señores ingenieros, que en un porcentaje del 40% son mayoría profesional, y dejarnos de inventos raros.
Ya la propuesta de libros fue algo tumultuosa, porque había libros que no se encontraban, y otros propuestos ya los había leído alguno de nosotros, pero por fin Bichejo pudo componer una hoja de cálculo definitiva y, hala, a votar todos como locos. Yo no sé si estaríais interesados en conocer los libros que hemos dejado atrás. Sólo deciros que había dos propuestas de Dickens y hemos conseguido que no saliera ninguno. De nota. Aunque, para contarlo todo, he de decir que yo, por votar la última, tuve en la mano que saliera uno de los dos, pero quise hacer trampa (lo reconozco), me equivoqué sumando y salió empatado con Wharton. Así es que para resolver el empate, Newland, que era el que había propuesto ambos libros decidió, en plan Salomón, que leeríamos a Dickens si el Atleti esa noche se ponía de líder, aprovechando que el Barça había empatado por la tarde su partido. Sí, sí, podéis leer cuantas veces queráis la frase anterior, pero eso no cambiará los hechos: Dickens en manos del Cholo Simeone y el Mono Burgos. Y eso, queridos amigos, es casi tanto como pedirle a King Kong que se vaya al Louvre un ratillo a cuidar de la Gioconda. Como era de esperar, un club al que todo el mundo conoce como el Pupas y cuyo himno centenario dice eso de “qué manera de sufrir, qué manera de palmar” perdió por 1-0 frente al Español. Así que la Historia de dos ciudades de Dickens se quedó para otro año, como casi todos los campeonatos que juega el Atleti por otra parte, derrochando coraje y corazón, Paseo de los Melancólicos cuánto te quiero y que viva mi Atlético de Madrid. Oye, lo de este club, qué manera de aguantar, qué manera de vivir. Me refiero al Club de Lectura, naturalmente. Un despropósito que tampoco fue para tanto, porque Wharton también había recibido votos, en concreto los mismos que Dickens...
Y a todo este proceso le estuvimos llamando Eurovisión durante una tarde, y cada vez que decíamos algo, una cuenta que se llama Eurovisión retweets nos retuiteaba la conversación a sus 135.000 seguidores. Yo me imagino que algún fan de ABBA se daría de baja aquella tarde, después de volverse tarumba buscando a Dickens y Wharton como participantes en Eurovisión por el Royaume Uni, con dolor de cabeza y desquiciados para los restos de sus vidas.
Bueno, pues después de tantas idas y venidas, mucho trasiego de e-mails y de ficheros, por fin tuvimos la lista y ya sólo quedó colocarla en el tiempo, poniendo los libros más gordos en época de verano y Semana Santa. Como es lógico, unos estamos más contentos que otros con el resultado, aunque lo importante es lo que nos habrá parecido el libro después de leerlo, no la nota que le hemos dado antes. Al año que viene será el momento de reflexionar sobre si esta es la mejor manera de elegir libros. Pero eso será al año que viene. Ahora, de momento, a leer.
Os dejo la lista de los libros ordenada por la fecha en la que iremos publicando los post y hablando de ellos. También la podría haber ordenado por puntuación, o por número de páginas, o por orden alfabético, pero he preferido que al menos algo de este post fuera indiscutiblemente lógico.
Me haces llorar, querida Carmen, concretamente de risa con tu fantástica (y 100% verídica) crónica. Es una pena que Eurovision no retuitee esto XD
ResponderEliminarHabrá que poner un tweet con la palabra Eurovisión y el post ;-)
ResponderEliminarUn post muy divertido y cierto. Incluso un poco doloroso viendo lo que nos hacemos a nosotros mismos sin saber por qué...
Sabía que habías intentado hacer números...el año que viene vamos a votar todos sin saber lo que votan los demás.
ResponderEliminarBueeeeeeno, tengo seis en mi cueva de ali baba, más el de Vargas Llosa que se lo pediré seguro en papel a algún rey mago. Mas los premios que quién sabe!!
ResponderEliminarAsí que si no les importa dejen libre y con las sábanas limpias el cuarto de invitados que alguna noche caeré seguro.
Y disculpen la gafotada, pero woolf es con dos "os"
Besicos y abrazos respectivamente.
Me he reído mucho pero te has cebado con lo del Atleti, total, ya lo escribió Sabina:
ResponderEliminarManeras de aguantar,
Maneras de crecer,
Maneras de vivir,
Maneras de soñar,
Maneras de aprender,
Maneras de sufrir,
Maneras de palmar,
Maneras de vencer,
Maneras de sentir...
Lo tendríamos que aplicar a éste nuestro club.
Sí, confirmo que no es Wolf sino Woolf. Y también confirmo que me he equivocado. Me habría dejado las gafotas en algún sitio, probablemente.
ResponderEliminar