Saramaga, que es quien le sugirió el libro a Bichejo para que lo propusiera, hace una serie de preguntas interesantes, y tan interesantes y extensas son, que mejor aquí que continuar la conversación en un comentario ¿verdad?
Lo del reloj, lo dicho en la reseña inicial (no sé si alguien quiere añadir algo al respecto): a mí me pareció un detalle que unía muerte y sexo por su insistencia en mostrarnos tanto algo tan nimio como que llevaran el reloj así... y porque es una forma rarísima de masturbarse. El problema es que es algo forzado, quiero decir, si el narrador-personaje nos cuenta algo que no importa porque después va a haber un detalle relacionado con eso que importa muchísimo o lo dice directamente o se le ven las costuras; lo importante va antes que lo secundario o resulta obvio que es un truco narrativo.
La familia de Verónica es rara en la mente de Tony, y visto el resultado, rara en general, pero siempre hay que partir de la base de que sólo tenemos sus recuerdos (que van cambiando a medida que avanza) y su percepción (la madre le trata bien ergo es buena, el hermano le ignora ergo es un clasista). Quizá su encantadora madre no lo fuera tanto (me importa poco la cuestión moral pero es un poco fuerte embarazarte del novio de tu hija) y la vemos así porque a él lo trató bien -¿es una forma que tiene el narrador-personaje de sugerirnos que también a él quería seducirlo? ¿Seducía esta Misses Robinson a todos los novios de su hija?, esa es otra cuestión interesante. Saramaga tiene razón al afirmar que el narrador juega con los lectores y trata de inducirnos a error... o a su particular versión de los hechos que, pasados los años, ya no defendería a capa y espada porque si algo hizo mal, como dice Sabina, no pido perdón, para qué si me va a perdonar porque ya no le importa.
El final como dice Saramaga, efectivamente, es efectista y es, desde mi punto de vista, donde el libro pierde la poca fuerza que había adquirido. Lleva toda la novela preparándonos para un secreto gordísimo (pensadlo ¡es tremendo!) y resulta que cuando lo cuenta ya no importa, al menos yo como lectora había perdido el interés por conocerlo... y Tony reacciona tan poco... Hace preguntas que cuando resuelve ya dan igual ¿Se suicidó Adrian no por grandeza (la vida acabada en perfectivo) sino porque no pudo soportar embarazar a la madre de Verónica? ¿Lo hizo porque el fruto que él había engendrado en un vientre que no era el de Verónica estaba podrido? pues no sé y, la verdad es que, una vez llegados al punto en el que lo cuenta, a mí me dio exactamente igual.