Uno de los problemas en cuanto a la verosimilitud (aunque soslayable con cierto esfuerzo echando mano de la suspensión de incredulidad) tiene que ver con el hecho, como decía Desgraciaíto, de que es imposible que en esa situación Eva pueda contar su relato cronológicamente, es decir, a pesar de estar rota por el dolor tiene frialdad suficiente para omitirnos detalles esenciales como la existencia de Celia (un recurso para que veamos que no es que sea incapaz de querer a un hijo, sino que no puede con Kevin) y el final (aunque sepamos la barbaridad que ha hecho Kevin desde el minuto uno es tremendo ver que no nos ha contado lo más gordo) porque encima tiene la poca vergüenza no sólo de hablar con Franklin (eso ya lo identifica como terapéutico desde el principio) sino que se adelanta a sus reacciones “¿Te asombras?” cuando le dice que visita a Kevin con regularidad, etc, etc… pero, al mismo tiempo, y aquí está la parte tramposa, se nos presenta con la figura de la madre, que es, punto por punto, todo aquello que Eva no quiere ser (es viajera -a pesar del miedo que le da- porque su madre tiene agorafobia, por ejemplo) pero, al mismo tiempo, llevan una vida muy similar, si no idéntica: la madre es viuda y se encierra en su casa como Eva se ha encerrado en sí misma (también producto de la muerte inesperada), las dos parieron solas (insiste mucho en ese hecho) y el mundo se ha detenido para ellas… quizá sea esta la razón por la que es la única que la comprende (el hermano, como el resto del mundo, la huye), nunca se fió de Kevin y ha decidido no abandonarla a su suerte (siempre que sea ella la que se desplace, claro)
De alguna manera yo creo que Shriver viene a mostrarnos que Eva es igual que su madre, por mucho que lo deteste, en la medida en la que cuando se quedaron solas las dos reaccionaron de manera similar (no digo que no tenga motivos, ojo, pero los motivos de la madre pueden ser igualmente válidos). Eva sale de casa, sí, pero no se relaciona con nadie de verdad, al igual que su madre; su madre hace tarjetas de felicitación sin ser feliz y Eva manda a otros de viaje sin salir de la ciudad.
Por otra parte también me llama la atención la insistencia en el origen armenio (¿o materno?) en la medida en la que es como si hubieran venido a este mundo a sufrir por los siglos de los siglos, a perder a sus hombres, a perder a sus hijos en manos de la catástrofe; en el caso de Eva, aunque su propio hijo sea el causante, se insiste a lo largo del libro en que Kevin es ajeno a ella, es un individuo con una personalidad tan marcada como temible, frente a Celia, que también es hija suya pero sin embargo se define en función de Eva, es decir, es “su hija” y todo lo que se espera de una niña de su edad.
La cuestión es que nos pasamos gran parte del libro pensando que la madre está para que la encierren pero con el tiempo le cogemos cariño y la vamos comprendiendo; al principio nos parece loca y débil frente a una Eva fuerte y cuerda (tiene reticencias a tener hijos porque no le parece sensato) cuando la realidad es bien distinta, es decir ¿hasta qué punto es débil alguien que tiene que vivir con algo así y, a pesar de todo, sigue viviendo?
La verdad es que me parece que algo de eso de convertirse en su madre intentando no serlo es indudable que está ahí. Es un tema clásico de la literatura del que no sé si merece la pena dar algunos ejemplos. Los que se me vienen a la cabeza es La Vida Es Sueño donde el destino termina cumpliéndose precisamente por evitarlo o en Rigoleto, donde el destino aparece imposible de burlar.
ResponderEliminarTambién da mayor verosimilitud a esta parte, como comentas, la unión del destino aciago a comienzos del s XX de los armenios y la identificación con su pueblo o raza que le lleva a pelear porque sea su apellido el que herede Kevin en lugar del de Franklin.
Como ya he comentado, esta parte puede estar muy bien, pero le falta credibilidad al libro en su conjunto. Yo creo que hubiera ganado muchísimo si por ejemplo ella se hubiera suicidado y se encontraran esas cartas (tal vez por Celia si no hubiera muerto) e intentara reconstruir la historia (esta vez sí de manera cronológica) a partir de esas cartas. Esto ya es pura ficción, claro, pero creo que se ganaría en verosimilitud.
A mí me angustió mucho el final final del libro, cuando dice que le tiene preparada la habitación...es como si se resignase a su suerte, que es ser sólo la madre de Kevin durante el tiempo que le quede por vivir (lo que ella más echa de menos es eso de ser su propia creación, y resulta irónico que todo lo que lucha para que Kevin lleve su apellido para que al final Kevin consiga que sea un apellido famoso.
ResponderEliminarSeguramente Celia es lo opuesto (tan exageradamente opuesta a su hermano que, sinceramente, a veces parece que le falta un verano, no sé vosotros, yo no me dejaba putear tantas veces seguidas) a Kevin para que no se nos ocurra culpar a Eva del Columbine que monta su hijo, es la excusa de Eva.
Por otro lado, Eva es muy snob como para suicidarse, se ve a sí misma como élite no sé si sólo intelectual o también moral, y creo que no se permitiría esa debilidad, ni ésa ni ninguna otra, salvo las cartas que escribe a Franklin, que tienen que ir en orden cronológico para que no flipemos la vida en la página 1 sino en la 500. Igual le resta credibilidad, pero necesita esa estructura relativamente lineal para que vayamos viendo cómo Kevin se va creciendo durante 16 años
Si ya sé que desde el punto de vista de la narración es necesario que vaya en orden, pero eso le quita verosimilitud porque nadie escribiría unas cartas de ese modo. En cambio, si luego aparecieran y sirvieran de base para reconstruir la historia, tendrían más sentido.
ResponderEliminarCelia es la antítesis exacta de Kevin. Es todo bondad, confiada, bien mandada, miedosa, con ganas de querer y de que la quieran. A mí uno de los momentos de mayor cuqui es cuando se descubre que tiene como amuleto el ojo en la cárcel.
Respecto a lo de ser solo la madre de Kevin, ella misma lo utiliza para darse el pisto con las madres de los otros presos, para darse importancia. Claro que es porque no habla con nadie y necesita contacto humano, aunque sea para apiadarse de ella o para que murmuren.
Ahora que hablas de La vida es sueño... está basado en Edipo Rey, ¡no había visto el paralelismo! qué razón tienes; no sólo se encuentra con el destino que trata de evitar, basado en su madre, sino que Kevin, a su manera particular, tiene cierto complejo de Edipo... no es sólo que mate a su padre (porque en realidad odia a todo el mundo) sino que la única persona a la que de alguna manera "aprecia" o "considera un rival digno" es a Eva (como se ve en la entrevista en la que consiente que hablen de Franklin pero no de ella y ella, para mi espanto, siente un cierto "orgullo")
ResponderEliminarA Celia le falta sangre en las venas, es tan buena tan buena... para mí está un poco exagerado el personaje; quiero decir, podría ser una niña dulce (o que ella la recuerde así después de lo que ha pasado) pero dudo mucho que ningún niño tape a su hermano cuando ha perdido un ojo, y más si la madre le pregunta...
Yo lo del suicidio de Eva no lo veo factible pero no tanto por una cierta superioridad moral como por el hecho de que me da la sensación de que es su manera de "pagar por sus pecados", como si quisiera castigarse o, efectivamente, se haya resignado a ser la madre de Kevin...
Lo del suicidio de Eva lo ponía como posibilidad para cuadrar lo de las cartas. Es cierto que no parece que vaya con su carácter y ella encuentra un cierto alivio en su condena o justificación como madre del monstruo.
ResponderEliminarYo, desde luego no podría ser como Eva y seguir yendo a ver al asesino de mi hija y mi marido, además de otros siete chavales, aunque sea mi hijo. Ese punto no acabo de comprenderlo. Es cierto que sigue siendo tu hijo, pero esa condena autoimpuesta de visitarlo y ya tener pensado que vuelva a casa...
No os habéis preguntado qué pasará cuando Kevin salga de la cárcel? Volverá a preparar otra? Tendrá una vida normal?
Ya me lo he leído. Me ha encantado. Estoy con Livia en que Kevin tiene complejo de Edipo. Pero algo que no habéis nombrado y sobre lo que yo he pensado mucho es que Eva no tenía padre. Lo mataron antes de que ella naciera, por lo que probablemente la relación con Franklin (un padre en potencia, fuerte, seguro de si mismo, dulce y fiel) fue un mundo nuevo para ella, en cierta manera, la figura paterna que no tuvo. Al tener a Kevin, desde que se quedó embarazada, empezó a sentirse desplazada por Kevin en ese amor. Tiene unos celos casi de hermana, no es normal. En ningún momento dice que se sienta ilusionada por el bebé. Siempre está esperando a sentir algo. Cuando una mujer decide tener un hijo empieza a sentir cosas incluso desde antes de quedarse. Y Franklin siempre puteandola, que si no bailes, que si cuidado con "mi hijo". Yo creo que ahí está la clave del problema de Eva. Cuando tienen a Celia ella se siente tan sola y desplazada que se agarra a eso como a un clavo ardiendo, ya no tiene que luchar por el amor de Franklin, hará alianza con otra persona. Yo creo que, efectivamente a Kevin le pasa algo. Sin embargo, creo que quiere a Eva, la necesita. Desprecia a Franklin porque se cree su engaño, lo desprecia porque Franklin solo lo quiere porque él actúa. Pero Eva no lo quiere nunca, ni siendo sincero ni siendo mentiroso. Y no lo quiere desde que era un recién nacido, cosa que, por mucho que ella se justifique diciendo que llora mucho, o que aborrece su leche, o que le provoca una mastitis, suenan a cuento chino, nadie puede sentirse insensible ante un recién nacido por culpa del recién nacido. En esos momento ella tenía que haberlo querido aunque fuera un poco, y como ella misma dice, le parecía una batalla justa. Por eso la deja a ella viva, porque quiere ver hasta donde es capaz de llegar ella antes de darle la patada. La está poniendo continuamente a prueba, autoalimentando la convicción de que ella, su madre, no le quiere. Cuando se puso malo, casualmente se portaba bien, la necesitaba cerca y estaba hasta cariñoso, y ella dice que era sincero, no es revelador? Creo que en cierta manera el libro es un poco moralista porque acaba dando la impresión, de que efectivamente cierta culpa la tuvo ella. No creo que Kevin sea un psicópata que no pueda sentir nada, al reves, creo que ha sentido que su existencia es inútil desde el minuto uno. Y ha ido tirando barreras, a ver que pasaba, a ver si encontraba la manera de descubrirle un sentido a su vida.
ResponderEliminarLo que me gustaría saber es qué hay detrás de ese momento de aparente arrepentimiento antes de que lo cambien de cárcel. Un momento de verdadero acercamiento a su madre? Un momento de compresión al darse cuenta (ambos) de que a pesar de todo lo que ha pasado, de incluso arrebatarle a su marido y a su hija pequeña, ella está a su lado?
Y lo de Franklin no es normal. A ver, puedes confiar y darle un voto de confianza a tu hijo pero cuando todo el universo se confabula en contra de él, podría sospechar aunque sea un mínimo, digo yo. Eso no es quererlo menos. Se traga unas trolas espectaculares. Y se pasa por el forro continuamente los sentimientos y temores de Eva. No sé como ella lo soporta. Y su actitud con Celia no tiene nombre.
ResponderEliminarYo, lo de que Eva tiene celos de Kevin no lo veo por ningún lado. Sí que nota que está destrozando su familia y cómo Franklin se va separando de ella por tomarla por una loca histérica y celosa que no aguanta que Kevin sea feliz con su padre y no con ella, pero eso Eva no lo hace por celos. Puede que no tenga muchas ganas de ser madre o que no sepa muy bien donde se mete (nadie lo sabe), pero yo creo que es que Kevin es malo. Malo, malo. No es la sociedad ni su madre la que le hace malo, es que él es malo y disfruta buscando debilidades y haciendo sufrir a los que le rodean. No creo que él piense que su madre no le quiere. Creo que Kevin sabe que Eva sabe que es malo y eso le llena un poco de orgullo, del tipo esto lo hago para ti o mira como soy capaz de destrozaros la vida.
ResponderEliminarKevin es malo, eso está claro. Sin embargo me resisto a creer que un bebé recién nacido, que ni siquiera tiene las conexiones neuronales desarrolladas del todo, pueda ser malo. Y ella desde ese momento ya está luchando contra él. No puedo dejar de ver que eso es revelador. Lo de estar celosa, yo creo que si. Antes eran dos, él se desvivía por ella (Franklin) y ahora no solo pasa de ella, sino que hace alianza con Kevin y la dejan a ella de lado. Sabe que ella está puteadísima con el niño y él se dedica a animarlo a que la moje con la pistola de agua y cosas así. Lo que quiero decir es que si, él es malo, pero me parece más realista la visión de Franklin de "no es malo, es un niño" como padre, que la de Eva que es su madre, que no para de pensar que el chiquillo es Satán. Vamos, que ninguna de las dos perspectivas me parece natural, ni el ser malo desde que naces, ni que te considere malo desde que naces tu propia madre.
ResponderEliminarPrecisamente una de las cosas que más me gustó de esta novela (y que ya se ve en otras... se me ocurre ahora mismo La plaza del diamante de Mercé Rodoreda) es que nos encontramos con una mujer que realmente nunca quiso ser madre... y, de alguna manera, se siente culpable por no conseguir sentir lo que se supone que tiene que sentir y al mismo tiempo se acepta (¿se perdona?) por ello (por esa falta de amor)
ResponderEliminarLa novela gira en torno a la idea de la maldad, en la medida en que una persona puede ser perversa sin que la "culpa" la tengan sus padres o, en este caso, de su madre... Yo creo que a ella no la mata porque la considera "un rival digno" frente a Franklin, que le parece un papanatas; el nacimiento de Celia lo utiliza la autora para dejar claro que no es que Eva sea incapaz de querer a un hijo, es que es incapaz de querer a Kevin... y tiene sus motivos (no sólo que sea un ser salido del mismísimo averno sino que no estaba preparada para tenerlo, no quería tenerlo)
Por otra parte, el padre de Kevin está basado en uno de los de Columbine, un señor que escribió en un diario que su vecina era una histérica porque su hijo (uno de los asesinos) le había destrozado el coche al suyo; es decir, hay padre así, esa parte Shriver no se la ha inventado al 100%