Para empezar con esta encendida defensa de Ignacio Abel hay que empezar mandando al
infierno de las paradojas temporales al mismísimo AMM por recrear un personaje
imposible; no porque esté mal descrito, que no lo está, sino porque no existía
en los años 30; podemos pensar en lo lejano que fue aquello pero el nazismo lo
cambió todo y seguimos viviendo sus consecuencias (en la medida en la que
hicieron lo que hasta entonces era inconcebible apoyándose de forma perversa en
ideas que sí lo eran), cuando le decía a mis alumnos que Baroja creía en la
eugenesia se espeluznaban (después de que les explicara qué es la eugenesia, ofcors), pero es que no es lo mismo
creer en la eugenesia -o en la pureza racial, o en la patria- antes de HhHH que
después… Ignacio Abel es un socialdemócrata y la socialdemocracia es posterior
a la 2ªGM.
Ignacio Abel es un comprometido con el
proyecto que mucha gente de hoy cree, erróneamente, que fue la república (ojo,
no digo que unos pocos no intentaran lo que él decía –pero eran los menos- y
mucho menos sirva esto de disculpa para el golpe de la extrema derecha, menos
aún con lo que hizo durante y, sobre todo, después de la guerra) o al menos su
resultado y por eso salen tanto frases grandilocuentes de Negrín (difícilmente
atribuibles a él así, todas juntas) que reniegan de la eugenesia y afirman que
todo es cuestión de educación y buenos alimentos, habla de igualdad de
oportunidades, de esfuerzo, etc, etc…
La cuestión, y aquí empieza la encendida defensa es que los reformistas
son siempre las primeras víctimas de los revolucionarios. Queremos héroes en
las novelas, en La noche de los tiempos
no hay héroes (podría citaros unos cuantos tostones de crítica que hablan de la
desaparición del héroe en la novela actual) lo que hay un señor pusilánime en
un momento turbio (eso es lo que lo convierte desde la política en tal
pusilánime) que se enamora perdidamente por una vez en su vida y eso lo lleva a
dejarlo todo, incluso a su hija, que es la única a la que de verdad quiere.
Matan a Rossman y se juega la vida mientras lo busca, aunque no sepa aún que se
está jugando la vida... Y entonces lo detiene y todo queda claro, ve que los
asesinatos son aleatorios, que el Madrid resistente se ha convertido en un
disparate ¿Debe quedarse a defender el disparate? ¿Debe volver tras Judith pata
defender ese disparate que era Madrid? ¿En serio?
No hay que confundir el sentido común con la
cobardía; si él creyera en la causa todo sería distinto, pero no es SU causa
sino un Madrid revolucionario de barrios tomados por distintas facciones
absolutamente independientes a los que el gobierno legal recuerda una y mil
veces que los únicos que pueden tener policía, detener gente y cárceles son
ellos desde el gobierno... Pero esa NO es su causa, eso es un disparate
indefendible.
¿Qué es lo que lo convierte en un cretino?
Todo lo demás, que deteste a su familia aunque esta lo acoja a pesar de todo,
que no vea lo que está pasando porque está cegado por su pasión por Judith, que
huya de su familia (y del drama que vive, con Adela y su intento de suicidio,
del nacimiento de Miguel cuando se va a Alemania) pero no que no se vuelva tras
Judith, que lo ha abandonado… y, sobre todo, lo que lo convierte en un cretino
(y en una rata) es que no le abra la puerta a su cuñado cuando ya tiene claro
que no es su guerra y que no lo haga por incomodidad, por si lo retrasa, y no
por miedo, como él mismo confiesa.
Es un cretino por su vida personal (aunque hay cientos de héroes con mujeres que les aburren y familias que detestan, a los que admiramos precisamente porque lo dejan todo por amor, porque no ven lo que les rodea por la ceguera de su pasión) pero no por su devenir político. Aquello era un disparate, no sé vosotros, pero yo a ese barco no me subiría tampoco; lucharía por lo que pienso, pero no por una revolución enloquecida en la que, para los revolucionarios de pro, soy peor que el peor de los enemigos.
Si yo creo que no tienes que convencernos a ninguno de que el final de la República y la guerra fue una locura en ambos bandos y que es sensato huir de allí. En eso no hay discusión. Y supongo que en que Abel es una piltrafa humana entendido como una persona que no defiende ni respeta a las personas más cercanas a él también está fuera del debate.
ResponderEliminarQue un personaje tan impresentable con todos los que le rodean sea luego el precursor distópico de la socialdemocracia no es de recibo. Una persona que desprecia y trata mal a todos los personajes cercanos: su mujer, sus suegros, sus hijos, su cuñado... no puede presentarse como modelo de ideas para mejorar la vida de la gente en general. No puedo decir que no es creíble porque ahí están los casos reales de Rousseau o Marx entre otros (hay un libro que se llama Intelectuales de Paul Johnson en el que retrata a todos estos personajes), pero justamente una persona que desprecia a lo particular, los suyos, y encumbra a la generalidad, pan y educación para todos, es una mala persona y si ese es el representante de la socialdemocracia, pues casi que no.
Aunque haya querido representar a esa otra España horrorizada e ilustrada que veía los horrores de la guerra y que no encajaba en ninguno de los dos bandos debería haber elegido a alguien por el que mereciera la pena el esfuerzo de esa España y no este individuo.
Todo esto dicho desde el cariño y el respeto, ¿eh? Pero es que si no hay carnaza no hay debate...
Si sabía yo que estábamos mucho más de acuerdo de lo que parecía, es condenable por lo personal, no porque huya del país o no se nos haga revolucionario XD
ResponderEliminarPero un apunte, no creo que AMM quiera convertirlo en "modelo" de nada, busca la verosimilitud del personaje y huye, por ello, de cualquier tipo de arquetipo, que no representa a nadie, salvo a sí mismo
Que no, que no huye del país, que se pira porque le encanta la idea de dejar a los suyos, a ser posible para siempre. Y enamorado, já. Encoñado y gracias.
ResponderEliminar(versión corregida y mejorada de mi magnífico comentario)
Vale, pero sigue siendo un asunto personal, no cobardía política o falta de compromiso político... se queda en el país porque piensa que la va a encontrar, cuando casi lo fusilan decide marcharse, sin saber aún si ella sigue en Madrid o no... y no va a seguirla en su disparate, ya ha sido abandonado por la culpa que a ella le provoca lo de Adela y no quiere volver a ser abandonado con motivo de una revolución disparatada
EliminarSí, pero según tú representa a la socialdemocracia, pero la socialdemocracia debe basarse, como cualquier democracia, en un respeto hacia el resto de ciudadanos que este señor no tiene.
ResponderEliminarY en eso recuerda un poco a lo que está pasando estos días. Se reunen miles de personas y dicen que son el pueblo y que el gobierno y el parlamento es ilegítimo sin tener en cuenta los millones de personas que han votado a esos parlamentarios considerando que son los que los (nos) representan. Cuando solo tu opinión y tus gustos son los que respetas nada bueno puede salir de ahí. (Ni de aquí, desgraciadamente).
Y dejad de contestar tan rápido que en lo que escribo ya hay más comentarios!
Discrepo profundamente... cierto es que deseamos que los próceres que admiramos se rijan por la justicia y la virtud en todos los ámbitos de su vida, pero si escarbamos un poco podemos dar bofetadas como panes a la gran mayoría; que un señor sea infiel a su mujer no lo convierte en mal presidente, por ejemplo.
EliminarEfectivamente lo que está pasando hoy recuerda a aquellos días, salvo que ahora sí hay mucho que perder y los "revolucionarios" no están dispuestos a que les quiten la conexión a internet; por eso me ofendió TANTO que Krugman dijera que estábamos como en los años 30, supone menospreciar el sufrimiento de aquellos años... pero danos unos años más de crisis -por desgracia no hay que descartar nada- los fascismos de izquierda y derecha están volviendo y a veces con la mejor intención se están diciendo y haciendo muchos disparates ¡no hemos aprendido nada!
No hablo de los políticos. Hablo, y en el libro de The Better Angels of our Nature Pinker lo dice, sobre que una sociedad demócrata se basa en que los ciudadanos crean en la ley, que sientan que la ley emana del pueblo y que no es algo impuesto. En nuestro caso dista mucho de ser así, por cierto, y así nos va...
EliminarY en ese aspecto, una sociedad basada en Abeles solo lleva a la tiranía y a la dictadura. Porque un sistema social que se basa en ideales y desprecia a las personas ya sabemos qué aspecto tiene.
Ni me nombréis lo que está pasando estos días, que parece que aquí sólo son pueblo algunos, los que no les dan la razón somos poco menos que animales que hablan.
ResponderEliminar¡Crimental!
Eliminar¿Quién dice que tú no eres de pueblo? XDD
EliminarA ver si lo comprendo ¿es lo mismo moderado que pusilánime?
ResponderEliminarA mí me parece que AMM nos tiende una trampa, porque crea un personaje ideal de la muerte en sus ideas políticas y enamorado que te rilas en lo personal. Pero le sale un cobarde en lo personal y alguien que no tiene salida en lo político en esas circunstancias. ¿El es el único moderado en esa locura? Creo que lo eran la mayoría de los españoles, pero el que tiene las armas y grita más tiene las de ganar. Es lo que comentais de lo que pasa ahora: 10.000 personas en una plaza tienen más derecho y razón que muchos millones de votantes.
Y oye, muchos moderados y horrorizados de lo que estaba pasando se quedaron. La inmensa mayoría. Cuánta gente no acabó en una cuneta por nada. Y se quedaron no porque quisieran morir, ni para defender ningún ideal, ni porque fueran heroes, sino porque no podían mover a su familia, o no pudieron escapar, o no tenían una oferta de trabajo fuera. Un hombre solo se mueve más facil. Con familia es más complicado.
Me parece perfecto que se largue, pero que no nos cuente milongas.
Y sobre si tiene o no que volver a España con Judith ¿En qué quedamos? ¿Está cegado por la pasión, o se levanta un pelín la venda de los ojos para ver por dónde va?