jueves, 16 de agosto de 2012

Sobre Hugo, sobre mí y por qué me ha gustado

Bueno, voy a hablar un poco del libro de este mes. Yo lo elegí, aunque debo decir que fue un acto algo irreflexivo. Había visto la película y ya sabía que sería un libro infantil o juvenil y conocía la historia. El libro me gustó, aunque entiendo el cabreo que tiene Carmen. Es eso solamente, un libro infantil. No es Oliver Twist, aunque Hugo es muy desafortunado en la vida. El enfado e irracionalidad de Georges no se entiende, al menos al principio. El por qué Isabelle se hace amiga de Hugo...

Ahí estoy de acuerdo, no tiene todas las partes pulidas y encajadas entre sí, pero sí que engancha y yo me lo he leído muy a gusto. A lo mejor pensaba inconscientemente en dejárselo o leérselo a mis hijos. No sé. Ya he contado en mi otro blog que a mí lo que me toca en la fibra sensible no son las desgracias, sino las alegrías. Por ejemplo, cuando en Mulan llega el final de la película y vuelve a casa y le entrega a su padre el medallón del emperador y la espada de Shang Yu para honrar a la familia y su padre le dice que el mayor honor es tenerla a ella como hija... puff, ahí se me saltan los lagrimones.

Y algo así me pasa aquí. Hugo es un niño sin infancia. Un niño que no ha tenido suerte en la vida y que intenta encontrar una salida a través de un supuesto mensaje oculto en el autómata. Esa búsqueda le lleva a encontrar una infancia y un amor que no tuvo. Se convierte en mago, consigue una familia que lo adopta, se siente feliz e integrado y supongo que esa es la parte que me reblandece un poquito. No puedo evitarlo.

Y también está la parte sobre el inicio del cine y como Méliès lo transformó en una nueva manera de contar historias. Hasta entonces eran imágenes sin ilación. Trenes entrando en la estación, trabajadores saliendo de la fábrica y cosas así. Méliès trabajó vendiendo caramelos en la estación de Montparnasse como cuenta el libro, olvidado del mundo.

Otra parte que puede influir es que yo no leí nada ni de niño ni de adolescente. Nada aparte de tebeos de Mortadelo y Filemón y Astérix. Cuento un poco de eso aquí. Y quizá es un déficit de lecturas juveniles que tengo que quitarme de alguna manera. Nunca he leído un libro juvenil aparte de la Historia Interminable o Momo o Fray Perico y su borrico o el Pirata Garrapata. Nunca tuve que leer un libro en el colegio hasta COU. Solamente leímos El Camino de Delibes en primero o segundo de BUP. Así que es posible que haya libros juveniles que sean mucho mejores que este, pero yo no los he leído. Mea culpa. Así que algo de búsqueda y descubrimiento o vuelta a una infancia inexistente sí que tiene este leer novelas infantiles. Hoy mismo me he comprado este libro en Amazon. Tranquilas que no os lo haré leer en el club de lectura!

Bueno, al final me he ido por los cerros de Úbeda (guiño traído por los pelos respecto a Muñoz Molina, no, no me matéis), pero así lo voy a dejar. Intentaré de nuevo hablar del libro en vez de hablar de mí. A ver si sale...

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5 comentarios:

  1. Te voy a copiar totalmente la idea del post.

    Es una pena haberte perdido la parte de lectura infantil/juvenil, pero tienes a los niños para ponerte al dia con ellos.

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  2. Pues nada, me alegro de haber servido de muso! XD

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  3. Esto... mira lo que hemos compartido ya y lo que viene, aunque no me haya parecido el mejor libro de todos los tiempos, aunque sólo sea porque es de fácil lectura (que no escritura, ningún libro es de fácil escritura... aunque Fernando de Rojas jure que escribió La Celestina en 15 días... já) es de agradecer tu elección. Te ha gustado o consideraste que era una elección estupenda, a mí con eso me basta; no me parece que haya mejor "recomendación" que aquella en la que alguien decide compartir conmino algo que le ha entusiasmado.

    Partes pulidas y encajadas... te podría hacer un comentario de texto muy filológico del texto, citando autores sesudos ¡al mismísimo Propp! y sigue a la perfección todos los patrones que ha de seguir un relato, adecuado al lector al que va destinado y con un tempo correcto; no hay una profundidad excesiva precisamente porque es un libro infantil, pero percibimos el sufrimiento de Hugo aunque no nos desgarremos en el dolor porque además de infantil no es Dickens pero ¿cuántos Dickens ha dado la literatura?

    En definitiva, como ya he dicho en todas partes, a mí no me ha entusiasmado pero creo que el problema es mío, no del libro porque sí, es conmovedor y no he conseguido conmoverme pero ¡es que no tengo alma!, por otra parte mantiene la intriga (que te cuente Bichejo los sms que le envié, que no di ni una) y donde nos esperábamos magia nos encontramos con realidad, y esa realidad es mágica no a lo Harry Potter sino a lo "realismo mágico" en la parte en la que los sucesos más reales son percibidos como mágicos (toma trabalenguas)

    Así que muso nuestro, nada de "mea culpa", ¡a destripar!

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  4. Veamos. No estoy cabreada, en un sentido literal (ceño fruncido, mal humor, rictus agresivo). Lo del cabreo es una manera de introducir mi post, un recurso "literario" y poco más. Es el riesgo de participar aquí, que no te guste el libro que comentamos, pero ahí está la gracia precisamente. También participo en una tertulia en la que me tengo que leer cada tocho...

    Yo entiendo tu punto de vista. A mí me encanta leer los libros del pequeño Nicolás, y lcon Mortadelo y Filemón se me saltan las lágrimas de risa, y hay personas a las que no les hace ninguna gracia. Puedo entender que te haya gustado la historia, pero hay que abstraerse mucho de cómo está escrito.

    No, efectivamente, no es Dickens. Y lo malo es que se le nota. Lo que me molesta del libro es que se ha cargado una historia que tenía su intríngulis con una mala elección de los recursos literarios. Había diálogos insufribles que no aportaban nada, faltaban descripciones, y la estructura es un asco. Sobre el ritmo, pues no sé: teniendo en cuenta que están las ilustraciones, te da para descansar del soponcio. Y termina muy abruptamente, como si al autor le hubieran dado un número máximo de páginas. Es como esas presentaciones que ves en las que el que expone se va por los cerros de Ubeda, y cuando el moderador le avisa de que se le acaba el tiempo, suelta todas las conclusiones a toda velocidad.

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  5. En todo caso, está muy bien leer un libro juvenil para vernos leyéndolo y para regresar a aquella mentalidad. Lo bueno aquí es que cada uno ve una cosa, es el juego. Gracias por la elección, de verdad.

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