domingo, 5 de mayo de 2013

Igualdad y homogeneidad social


Hay un capítulo del libro de Judt que se titula “Comunidad, confianza y fines comunes”. Empieza su exposición diciendo que “toda empresa colectiva requiere confianza” y se basa en el hecho (dicho con trazo grueso) de que si yo pago un impuesto, confío en que los demás también lo hagan, y confío así mismo en que los administradores de ese impuesto lo utilicen cabalmente, y lo gasten en cosas de las que tal vez no nos beneficiemos personalmente, pero sí lo hará la comunidad. Ahora, sólo haría falta encontrar el “fin común”, pero esto siempre sería más fácil en comunidades homogéneas. De la homogeneidad salta a la igualdad de renta, aunque también se fija en la igualdad de cultura, historia y “visión moral”. Y de ahí pasa a la necesidad de que exista una cultura predominante para que el Estado del Bienestar se desarrolle convenientemente.

Es una pena que el capítulo sea corto y no desarrolle más esta idea algo más en profundidad. En apariencia, es impecable: sociedades cerradas, pequeñas, educadas y autosuficientes, moralmente superiores, en donde prospera la confianza y la solidaridad y en donde todos tienen un fin común. Pero tengo una mala noticia: ese mundo no existe. Y una buena: afortunadamente porque, cuando existía, te sacaban las muelas sin anestesia.

Judt va contra el tiempo y aplica recetas que no son posibles. Cierra los ojos ante un mundo que ha cambiado y sólo se le ocurre la nostalgia. Los países europeos se han desarrollado, han prosperado económicamente. ¿Quién nos limpia la casa ahora? ¿Otras españolas, con una “visión moral” como la nuestra o una búlgara, una marroquí o una ecuatoriana, cada una con su "visión moral"? ¿De qué “visión moral” habla Judt? Las sociedades cambian, se transforman, y con ellas, la "visión moral". Y no sólo por la inmigración, sino por muchas otras cosas. Pero en la prosperidad esto no constituye un problema, al contrario: tenemos muchas otros ritmos para mover las caderas en el baile del pueblo.

“... hay indicios claros de que si el tamaño y la homogeneidad son importantes para generar confianza y cooperación, la heterogeneidad cultural o económica puede tener el efecto opuesto. El incremento continuado del número de inmigrantes, particularmente de inmigrantes del «Tercer Mundo», guarda una estrecha correlación en los Países Bajos y en Dinamarca, y desde luego en el Reino Unido, con un marcado declive de la cohesión social. Por decirlo sin ambages: a los holandeses e ingleses no les entusiasma compartir sus Estados del bienestar con sus antiguos súbditos coloniales de Indonesia, Surinam, Pakistán o Uganda; entretanto, a los daneses, como a los austríacos, les agravia «mantener» a los refugiados musulmanes que han llegado a su país en gran número en los últimos años”

Yo no creo que sea una cuestión de agravios o de desconfianza, la verdad. Mi opinión es que los Estados europeos de nuestro entorno no han sabido transformarse al mismo tiempo que la sociedad, que va por libre, y de un mundo que tiene otros países a considerar. Otros países que han evolucionado y han mejorado, porque también quieren vivir mejor y están en su derecho, aunque a Judt no le acabe de gustar. La mejora de las comunicaciones, de un lado, y la necesidad de mano de obra en los países desarrollados han cambiado con respecto a 1948, y en los últimos 20 años, nuestro crecimiento se ha producido de una forma muy diferente a como se produjo en los años 50 y 60. Porque - y no me cansaré de hacer esta crítica al libro de Judt - la situación de partida era diferente. Era diferente. Era diferente.  Porque 10 años antes había habido una guerra. Porque 10 años antes había habido una guerra. Porque 10 años antes había habido una guerra. Justamente, debemos cambiar la receta porque los ingredientes no son los mismos. El mundo ha cambiado, sí, pero ya había cambiado en el año 73, por darle una cifra fea. Y los Estados europeos no han sabido leerlo, no han sabido adaptarse, no han tenido la imaginación que sí han tenido en otros lugares.

Echamos la culpa a la inmigración de muchos de nuestros males, pero yo creo que es una cuestión de números. Los Estados han utilizado la mayor recaudación producida por el progreso en aumentar hasta extremos absurdos el estado del bienestar, en vez de mantenerlo en una calidad aceptable para un mayor número de personas, para nuevos vecinos. Cuando el dinero sobraba, no se han bajado los impuestos, sino que se han dado más servicios, y en su gran mayoría no son de primera necesidad. Y además, han creado estructuras enormes para hacer cosas que no deben hacer y que cuestan dinero. En este punto, no es que no se quiera compartir el Estado del Bienestar, es que no se puede compartir este Estado del Bienestar. Pero sí se podría compartir un Estado de Bienestar más austero, más centrado en las verdaderas necesidades. Pongo un ejemplo fácil: En el Hierro NO ES NECESARIO tener WIFI gratis en toda la isla, como tampoco lo es tenerla en las paradas de autobús madrileñas. En vez de gastarnos el dinero en eso, gastémoslo en cosas necesarias.

Ha faltado el liderazgo para integrar y estructurar la nueva sociedad. El resultado está a la vista: los partidos nacionalistas aumentan, las sociedades europeas cada vez se encierran más en sí mismas, piden cierres de fronteras... Y después de leer este capítulo, no sé si Judt no estaría a la cabeza de la manifestación...

¿Qué opináis? (siempre dudo si poner esta frase al final del post o enviársela a mis co-bloggers por Whasapp...)

24 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo, Carmen. Es cierto que esas sociedades de las que habla tienen altos niveles de vida (Holanda, Suecia, Dinamarca, Suiza...), pero yo creo que esa homgeneidad de la que habla es ficticia y el distanciamiento o cercanía con las políticas de los gobiernos no tiene mucho que ver con la población inmigrante. Siempre hay recelos a lo distinto, es algo genético. Hay un exceso de gasto que convierte en derechos cosas superfluas, o no tan importantes. Todos estamos de acuerdo en la necesidad de una buena educación pública, en un sistema público de salud, etc. Hay muchas más cosas que nos unen que cosas que nos separan.

    Hay otra serie de "conquistas sociales" que son accesorias como el no dejar fumar en los bares, el derecho a la vivienda que se confunde con obligación de que nos la proporcionen, el hecho de que haya más profesores que alumnos en algunas facultades y una distribución de titulados que es completamente absurda.

    Ahora se resiente todo el edificio que hemos creado y se está quitando de donde no se debería por haber gastado en donde tampoco se debería. Y el caso es que se sigue gastando. Actualmente gastamos cada año el doble de lo que se recauda en impuestos.

    Y la verdad es que me he ido de lo que comentabas...

    ResponderEliminar
  2. Me estoy leyendo el libro de Muñoz Molina que nos dejó Livia, muy bueno por cierto, y ahí se habla de lo que ha pasado en España, de como se ha despilfarrado, y destruido muchas cosas que han hecho que lo que considerábamos que era sólido, ya no lo sea. Habla de como se ha fomentado esa pertenencia a la tierra, el resurgimiento del folclore, el desprecio al que se marcha de su tierra, el fomentar fiestas y culturas que estaban en decadencia... todo por ser distintos que los de al lado e iguales entre 'nosotros'.

    ResponderEliminar
  3. Por eso digo que es una pena que Judt no se extienda más en este capítulo, porque a ratos desprende un tufo que no mola nada y que por otra parte, es impensable en Judt. Con todo, la socialdemocracia siempre ha tenido una tendencia mucho más cerrada, muy reacia a intervenir en los asuntos externos a los de la comunidad.

    Y si te sigo en el comentario, es que, efectivamente, la homogeneidad cultural ¿dónde empieza? o mejor dicho ¿dónde acaba? No se trata de que los ingleses no estén muy contentos por compartir con los que vienen de las antiguas colonias de Surinam, es que los un pueblo no quieren que vengan los del otro de al lado. Hay una parte que no les importa compartir: la parte de limpiar las alcantarillas... Se quiere dar tanto a los nuestros que se construye una sociedad de castas, y eso es algo que, normalmente, va mal. Sí: los Estados pequeñitos y pueblerinos no llevan muy lejos.

    Contaré una anécdota: hubo un proyecto para unir el extremo de la Manga del Mar Menor a la "península" a través de un puente. Con ello se mejorarían las comunicaciones y el comercio, y para ir desde San Javier a la Manga, se tardaría media hora en vez de la hora y media que se tarda en dar toda la vuelta (mirad un mapa si eso). ¿Sabéis quien lo frenó? El alcalde de la Manga. Los que sí querían eran los de los pueblos alrededor de San Javier. ¿Y por qué se negó? Amigos, la gente se iría de la Manga a comprar en los mercados de San Pedro y Lopagán, mucho más baratos. Y además, no me compares el ambiente chic de una y otra orilla. Como veis, también existe la mentalidad "anti obra pública", pero los cimientos ideológicos son los mismos. Que no vengan los de fuera, que lo pueden hacer mejor y yo tengo que conservar mi bienestar.

    ResponderEliminar
  4. Todo lo que suene a competencia es malo. Hay que impedir que se abran los centros comerciales en festivos, hay que impedir que haya competencia en las gasolineras, en las comunicaciones, en la electricidad. Abaratar costes en todo eso es recaudar menos y ese es el anatema de la Socialdemocracia. Hay que gastar más y si sobra el dinero se inventan nuevas formas de gastarlo creando necesidades para la intervención. El análisis de de dónde viene ese dinero y cómo generar más ingresos con menos impuestos o cómo gastar sólo en lo que es útil no se hace ni por parte de los políticos (que solo piensan en votos) ni por parte de los ciudadanos (que solo piensan en chupar del bote sin darse cuenta que ellos mismos son los que tienen que llenarlo). Como decía José Mota: las gallinas que entran por las que salen.

    ResponderEliminar
  5. Hay que fijarse bien de dónde se parte. Se parte de la idea de confianza, que es algo individual y que sólo es efectiva en comunidades pequeñas y controlables. Mi familia, mis amigos, mi pareja, yo puedo otorgarles mi confianza, porque los conozco bien. Así es que esa confianza está basada en la experiencia, en el conocimiento, yo diría que hasta en la intimidad. Esto, en una sociedad de más de 3.000 personas es directamente imposible. Y entonces hay que instalar el control. Yo digo "me fio de que tu puesto de comida en la calle pase los estándares sanitarios, pero te voy a controlar, porque donde acaba tu responsabilidad, empieza la mía como Estado". Con esto estoy de acuerdo. ¿Pero qué tenemos? Tenemos que se cobra la tasa al puestecito de comida, pero en vez de usarla para mejorar los controles (y con ello se eduque en la responsabilidad) no se le controla, porque la tasa sanitaria se ha gastado en un concierto de rock. Y entonces ¡oh, casualidad! nos encontramos con casos como el de IKEA, muy parecido al que se ha detectado esta semana en China, en donde daban carne de rata por cordero en los puestecitos de la calle. ¿Más Estado o menos Estado? Es un debate falso: yo digo Estado eficiente y util, que haga lo que debe, no lo que haría un horrible capitalista.

    ResponderEliminar
  6. Judt no habla de control y vigilancia, porque son palabras muy feas y muy fascistas. Muy como de derechas. Pero si no hay control, no puede haber confianza.

    Sin embargo, usan el control para lo de las sillitas de los niños, o para prohibir envases XL. Es todo tan líquido, como diría el otro...

    ResponderEliminar
  7. Vuelvo a insistir con el tema de las sillitas y papá Estado. Pero os enlazo el vídeo que es bastante interesante http://blog.ted.com/2008/06/24/are_childrens_c/

    En cuanto a lo demás, pues bastante de acuerdo. Claro que no es necesario wifi gratis, pero es una medida tremendamente popular (y populista, claro) que es lo que al final te da votos. Para mí el mayor problema está en dónde ponemos el límite de lo necesario...quiero decir, es obvio que no es necesario lo de la wifi o que el AVE para en Vitigudino de Arriba, pero ¿dónde fijamos el límite de lo necesario?

    ResponderEliminar
  8. ¿Donde? el limite debería estar en la limitación de ingresos, porque la capacidad extractiva es inmensa. Siempre pueden subir los impuestos, hasta el infinito, y endeudarse, hasta el infinito.

    La demanda del Estado no es elástica ni inelastica, porque no hay un precio visible (ya que se paga entre todos, de manera oscura y descontrolada). Si pones un limite a los impuestos, es decir, a lo que la gente esta dispuesta a pagar por el bienestar común, ahí tienes la medida. Ah, y el mismo porcentaje para todos. (veras, rayos y truenos)

    ResponderEliminar
  9. El video es, en efecto, muy interesante. Mucho.

    ResponderEliminar
  10. Respecto al tema impuestos, no sé si estoy de acuerdo en que sea el mismo porcentaje para todos. Porque no es el mismo roto el que se le hace al que gana 1000 que al que gana 4000, por un lado.

    Por el otro, parece que tiene sentido que cada uno participe en el gasto común con un % igual de sus ingresos.

    Las dos cosas tendrían lógica, pero no me parece mal que pague más el que más gana. Aunque los tipos actuales me parecen disparatados, que yo soy una mindundi y paso del 25%

    ResponderEliminar
  11. Totalmente partidario de que todo el mundo pague una parte proporcional e igual de impuestos. Y, Bichejo, tú no pagas el 25%. Sobre lo que te queda pagas el 21% cada vez que compras algo, más los impuestos sobre electricidad o sobre alcoholes, más el IBI, más el impuesto del coche, más... Al final pagas en impuestos algo menos de la mitad de lo que ganas, pero no mucho menos.

    ResponderEliminar
  12. Gracias, ahora sí que estoy en plena depresión de domingo

    ResponderEliminar
  13. Pagar cerca de la mitad es un completo disparate, pero me convence en que las rentas más bajas tendrían que pagar menos que las rentas altas.

    ResponderEliminar
  14. Con una tasa fija también pagarían menos. El que más gana, más paga.

    ResponderEliminar
  15. Claro, pero para que la tasa fija sea asumible para las rentas bajas igual es demasiado baja como para recaudar lo necesario. Si es lo suficientemente alta como para recaudar lo que se quiere recaudar, sobre todo de las rentas altas, para las bajas sería insostenible.

    ResponderEliminar
  16. Bueno, pues los primeros 10000 € de regalo :-)

    ResponderEliminar
  17. Bueno, quien dice regalo dice un tipo más bajo, porque creo que es importante que todo el mundo pague y sepa que todo cuesta.

    ResponderEliminar
  18. Yo al último (y único) que he oido proponer esto en España es a Miguel Sebastián y al PSOE, antes de ganar las elecciones del 2004. Proponían concretamente un 35% lineal para todos. El ajuste que demanda Bichejo se produciría en las exenciones y en el mínimo vital. Si tú pones un 35% para todos igual, y luego dices que las rentas por debajo de x euros anuales no pagan, e instalas ese criterio teniendo en cuenta los hijos, por ejemplo, el sistema no está mal.

    Pero pedir imaginación a esta gentuza es como pedirle peras al olmo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El que primero lanzo la idea fue Jordi Sevilla en 2001

      http://elpais.com/diario/2001/05/28/economia/991000813_850215.html

      El porque cuando llegaron al poder no lo hicieron lo desconozco. Supongo que Zapatero no tuvo una tarde libre para que Jordi se lo explicase.

      Eliminar
  19. Creo que no he explicado por qué me parece más inteligente un % fijo para todos. Pues porque si son bienes comunes, son de disfrute común. Si llegáramos a la arcadia de la igualdad total pagaríamos lo mismo ¿no? porque todos ganaríamos lo mismo. Así es que las carreteras no se desgastarían más, ni usaríamos más servicios sanitarios o educativos. Pues yo sigo su lógica. Y, en un plano práctico, porque siempre hay una barrera injusta. Si ganas 52.000 euros pagas un 40% y si ganas 54.000 un 47%. Echa números, y dime si te interesa progresar en la vida.

    Pasa en las empresas, por ejemplo: todo el entramado tributario va destinado a desincentivar que las empresas pasen de pequeñas a grandes...

    De todos modos, el capítulo de impuestos ya no tiene arreglo. Nada tiene arreglo con estos cretinos gobernando.

    ResponderEliminar
  20. Si haces exenciones y demás, ya no es lineal para todos y empezaríamos con los trapis para conseguir las exenciones...pero vamos, que no hay modelo bueno.
    A mí no me parece mal que el que gana más pague más, lo que me parece un completo disparate es que te salga a cuenta ganar un poco menos para no subir de tipo. Y los tipos más altos, que son disparatados de altos y se aplican a rentas que sí, que son altas, pero tampoco taaaan altas.

    ResponderEliminar
  21. Vamos a ver, los tramos son para todo lo que no pase de ese tramo. Si tú cobraras 11000 euros, pagarías 10000 al x % y a partir de ahí a lo que toque. Así es ahora.

    ResponderEliminar
  22. La que habéis liado, un día que os dejo solos... Mi respuesta al post es que estamos de acuerdo entre nosotros... y la mala noticia es que a la vista del párrafo en el que hablas de cómo se ha aumentado el estado del bienestar también estás de acuerdo con Judt, chincha. Mi respuesta por partes:

    "ese mundo no existe"... Te voy a pasar Nómada de Ayaan Hirsi, para que veas que ese mundo sí existe y nosotros vivimos en él; no somos tan iguales como sería de piruleta, pero sí compartimos una serie de acuerdos sociales que encajan en esa definición de Judt.

    Cuando dices que va contra el tiempo... ¿Por qué no son posibles esas recetas si nos hemos metido en una crisis cuando los hemos abandonado? y no me refiero sólo a una crisis económica, en cuanto el pueblo empezó a decir paridas y pedir la luna empezamos a liarla. ¿Visión moral de los que nos limpian la casa? nuevamente Ayaan Hirsi: mi casa, mis normas - no hablo de "mi religión" ni "santificarás mi siesta" sino "tus hijos estudiarán lo mismo que los míos y se relacionarán con ellos como niños que son, no como seres de X lugar", lo contrario (el respeto a la cultura por encima del respeto al individuo) es racista y xenófobo. En occidente tenemos una historia y una cultura común, "occidente" es mucho más que un término geográfico.

    Luego hablas de qué se ha hecho con el estado del bienestar, "aumentado hasta extremos absurdos"... ¡¡que es precisamente lo que denuncia Judt en el libro!! que hemos abandonado la responsabilidad de partida para pedir la luna y así, por los abusos, nos hemos cargado la socialdemocracia de tanto usarla (el PER, por ejemplo, no es "socialdemocracia" y no lo es porque está completamente descontrolado y porque al abandonar la responsabilidad -la solidaridad que nos debemos- nos encontramos con mucha gente que abusa, primero, y que "se ha acostumbrado" a vivir con él sin intención de generar más riqueza)

    ResponderEliminar
  23. Hemos abusado tanto que se nos cae, efectivamente, pero si estamos de acuerdo en tener una buena educación y una buena sanidad públicas, añade prestaciones por desempleo e incapacidad, pensiones por invalidez y orfandad y jubilaciones y ahí tienes el "estado del bienestar" que no es una combinación al azar de palabras, sino el término que se usa para definir lo que persigue la socialdemocracia (EE.UU no tiene sanidad pública y gestiona la educación pública de forma particular, por eso no tiene "estado del bienestar"). Ponéis ejemplos atroces del boinaenroscadismo que nos asola y Judt también, decís que Judt no habla de "control" ¿¿y qué hace cuando habla de responsabilidad??
    Luego habláis de impuestos (con respecto a las Pymes tienes razón en que hay "desincentivos" y es de bofetada constante) ahí estoy con Bichejo, es necesario que sea progresivo porque o bien empobrecemos del todo a los que menos cobran (aplica un 20% al que gana el salario mínimo y mira lo que le queda) o sencillamente no nos llega... Últimamente me está convenciendo la idea de machacar en los impuestos indirectos más que en los directos como forma de que nadie se escape haciendo trampa (y el que más tiene más consume, que es la parte chupi del asunto), mira tú por dónde XD

    En resumen, como dice Senserrich aquí http://www.eldiario.es/zonacritica/principios-izquierda_6_122547756.html a lo que hay que aspirar es al "Estado como compañía de seguros"

    ResponderEliminar